martes, 4 de marzo de 2008

Los programas on-line y los ránkings



Por Carlos Arroyo
Director general del IUP (Universidad de Alicante, Autónoma de Barcelona, Carlos III de Madrid y Santillana Formación).


Los ránkings de programas e instituciones de formación superior tienen por lo general una carencia evidente: la ausencia en ellos de los programas on-line, una realidad pujante, aunque relativamente nueva y, por lo tanto, de una insuficiente asimilación aún para los tradicionales sistemas de medición de calidad, por mucho que los usuarios de este tipo de formación son bien conscientes del nivel de satisfacción y aprovechamiento que obtienen en ellos.

La vieja afirmación de que donde esté un profesor que se quite un ordenador es irrelevante y, francamente, no viene a cuento. Porque las nuevas tecnologías, y concretamente la formación con el apoyo de Internet, no sustituye a profesores por ordenadores. Lo que podríamos llamar el “factor humano” no está ni mucho menos ausente de la formación on-line, sino todo lo contrario.

La experiencia de los más de 3.000 profesionales que en los últimos cuatro años han cursado un máster del Instituto Universitario de Posgrado (iup.es) así lo acredita: al trabajo de 15 directores, 25 coordinadores académicos y 200 profesores que trabajan en relación directa con alumnos de 42 países sobre materiales digitales elaborados por más de 200 autores, en colaboración con editores, realizadores y expertos en tecnologías de la información, se le suma la monitorización permanente de un equipo de tutores pedagógicos al servicio del alumno.

Al margen de que en algunos ámbitos se cuestione la pertinencia o la objetividad misma de los ránkings, lo cierto es que dejar fuera a los programas on-line es simplemente negar la realidad.

Un programa no es bueno o malo según sea presencial o virtual. Lo será según el prestigio de las instituciones que lo ofrecen, según la calidad de los profesores y expertos que lo imparten, según la exigencia académica y la altura de los contenidos, según la adecuación a la práctica profesional o según el nivel de la pedagogía empleada para el aprendizaje. Si a ello se suman, como en el caso de los programas on-line la flexibilidad, la compatibilidad estudio-trabajo, el enriquecimiento de una amplia comunidad de aprendizaje y una sólida red profesional, parece evidente que los elaboradores de ránkings deberían pensar en la urgencia de ampliar su campo de trabajo. Otro tanto cabría decir de quienes elaboran las normas legislativas.

Indicadores como la fiabilidad de las instituciones, la cooperación interuniversitaria y empresarial, la calidad del programa académico, la metodología, el nivel del profesorado, el perfil internacional del alumnado, el soporte tecnológico, el servicio al alumno, las actividades académicas y paraacadémicas asociadas al curso, la bolsa de trabajo y los sistemas de control de calidad deberían servir para comunicar a los potenciales usuarios quién es quién en el mundo de la formación, también a través de Internet. Porque la pregunta no es ¿virtual o presencial?, sino ¿bueno o malo?

- ¿Cuáles son los beneficios del E-learning para una multinacional? ¿Qué necesidades corporativas el e-learning viene a solucionar?

Empresas e instituciones adoptan, cada vez más, soluciones e-learning para sus proyectos de capacitación directiva, que consideran fundamentales para el desarrollo del talento de sus profesionales. Según el informe 2005 de Millward Brow que realizamos desde Santillana Formación-IUP, realizado mediante entrevista a 40 responsables de recursos humanos de entidades españolas, las organizaciones consideran la formación on-line como una metodología útil y con futuro, que ha mejorado tanto en contenidos como en aspectos técnicos y que les ayuda a mejorar su competitividad.

Las empresas nos transmiten que nuestros programas on-line o blended (mixta) son una solución práctica y de calidad para las necesidades de desarrollo de sus directivos sin renunciar a su estructura organizativa. Creo que es una forma de estimular sus recursos humanos desde una opción de vanguardia tecnológica.

- ¿Por qué es tan importante para gestionar el conocimiento/aprendizaje intra-empresa?


La formación de posgrado on-line es ya una realidad irreversible. Esta modalidad derriba las barreras geográficas, permitiendo a las empresas formar en un programa de alta calidad a profesionales que se encuentran en oficinas de Buenos Aires, Miami o Madrid. Además, la flexibilidad de horarios ayuda a compaginar la vida profesional, personal y académica.

La valoración general de nuestros programas, otorgada por los alumnos, está por encima de un 8 sobre 10. Es clave nuestra metodología, pensada para el medio y basada en el “aprender haciendo”, junto con el seguimiento del equipo de tutores al alumno, acompañándolo y apoyándolo en su proceso de aprendizaje. Creo que la comunidad IUP que se genera es uno de los secretos de nuestro éxito y de la baja tasa de abandono de los programas, por debajo incluso de los planes presenciales.

En definitiva, para las empresas, este tipo de programas, avalados por titulación otorgada por tres universidades de prestigio, son una forma eficaz de impulsar el capital intelectual y a retener el talento. Sin duda, hoy por hoy, los activos fundamentales de una organización.

- Según investigaciones, esta herramienta de capacitación (entre otras cosas), es bastante más utilizada en Europa que en Estados Unidos y en menor medida en Latinoamérica. ¿A qué se debe ello?


Por suerte, nuestra experiencia no confirma esa hipótesis, ya que el 66% de nuestros alumnos son latinoamericanos. Eso nos indica claramente que el profesional que está decidido a invertir alrededor de 7.000 dólares es porque conoce y valora la metodología on-line, de forma mucho más clara en algunas ocasiones que el alumno europeo.

Podemos decir que apostar por cursar una maestría on-line en legua española es cada vez más un valor seguro. En un estudio que realizamos en 2006 sobre la demanda de formación de posgrado, concluimos que los alumnos, además de haber adquirido conocimientos académicos y prácticos aplicables en su vida profesional, han desarrollado habilidades de comunicación, gestión y liderazgo, y cualidades como la autodisciplina.

- Por otro lado ¿Son las tecnologías de la información una herramienta de desarrollo para los países emergentes? ¿Qué deben hacer los gobiernos para capitalizar estos nuevos procesos/ventajas?


El nuevo orden económico gira entorno al consumo masivo de información y tecnología, y está organizado en redes. La economía está construida en torno a redes de producción y de gestión que tienen su centro en las corporaciones multinacionales y que controlan el 30% del Producto Global Bruto y el 70% del comercio internacional y, por el propio fenómeno de red, articulan, determinan y condicionan el conjunto de actividades económicas del planeta.


Estar conectado al mundo de redes pasa por tener la infraestructura tecnológica y el conocimiento necesario de ciudadanos y organizaciones para utilizarla, por lo que un país que cuenta con un mayor penetración de las NNTT tendrá un ventaja competitiva con respecto al resto.


Precisamente por este motivo, se deben impulsar políticas que propicien no sólo la implantación de las nuevas tecnologías en todos los niveles sociales, sino también un nivel de conocimiento que permita el uso crítico y el desarrollo de proyectos de Innovación y Desarrollo.


Además sería importante fomentar la transferencia tecnológica en los sectores productivos, con el fin de generar valor y empleo, creando vínculos estables entre el gobierno, la empresa y el sector académico.


En definitiva, entendiendo que desarrollo no es únicamente un proceso de acumulación de capital y de progresotécnico, sino un proceso de cambio social y de reorganización institucional, es necesario, tal y como se está haciendo en algunos países, apostar por la innovación y la educación como elementos fundamentales para el impulso de la productividad tanto en la capacidad de producir nuevo conocimiento, como en la capacidad de utilizarlo.

- Si nos puede compartir algún caso de éxito corporativo o gubernamental de implantación de plataformas de e-learning e-government o gestión del conocimiento / aprendizaje.


El éxito de una organización depende del valor de su capital intelectual. Cuidar y renovar este activo es nuestro objetivo. Importantes empresas, como Grupo Santander Central Hispano (Banesto) o Citibank, confían en nosotros porque les ayudamos a desarrollar eficazmente el talento de sus profesionales, con la rigurosidad de las tres universidades socias y la flexibilidad de la formación on-line. De hecho, desde hace cuatro años, entidades como el Grupo Banco Popular incorporan, en sus programas de formación directiva, las maestrías del IUP.


Por su parte, la Comisión Federal de Electricidad de México, utiliza la tecnología para la capacitación de profesionales, favoreciendo la transmisión de conocimientos en tiempo real a lo largo y ancho del país.


Además del sector privado, entidades públicas como el Ministerio de Administraciones Públicas español han contado con nosotros en sus planes de Formación. Por ejemplo, gracias al convenio firmado con el Gobierno del Estado de Chihuahua, los publicistas del periódico El Heraldo tuvieron la oportunidad de realizar el Curso Plan de Marketing y Ventas, y sus periodistas el Máster en Periodismo y Comunicación digital.

- Alguna última reflexión personal sobre hacia donde va la gestión del conocimiento en las corporaciones.


El propio sistema de e-learning se considera una forma clara de gestionar el conocimiento de la organización. Se trata de un espacio donde el alumno comparte conocimientos y experiencias de aprendizaje.


La clave es combinar la formación en conocimientos y habilidades, y estar a la vanguardia, muy atentos a todo lo último en NNTT y en canales de comunicación.
las instituciones empiezan a ver la formación, además de cómo un método de remuneración y motivación de los profesionales, como una apuesta estratégica para mejorar la efectividad y los resultados de su actividad.


Hay que apostar por construir comunidades de aprendizaje efectivas que fijen la atención en los objetivo estratégicos de la organización y en las personas.
Las mejores empresas e instituciones ven en la formación una herramienta estratégica, próxima al negocio, que, con paciencia, sirve para desarrollar el talento, generando valor en la organización.

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